Huellas dactilares

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Las huellas dactilares tienen un origen parcialmente genético, pero no únicamente genético. Las huellas dactilares de los gemelos, que comparten el mismo código genético, tienen muchos rasgos en común, pero un CSI las puede distinguir, aunque hay gemelos encarcelados por un crimen cometido por su hermano. Los patrones de las huellas son el resultado de campos de fuerza elástica no lineales en competición en la capa basal de células entre la dermis y la epidermis. Pequeños cambios en la forma de cada dedo embrionario y de la futura yema del dedo conducen a grandes cambios en la forma de los plieges de la piel. Una vez la huella se ha formado, ya no cambia para el resto de la vida. La unicidad dactilar, desde el punto de vista CSI, nos lo cuenta el artículo técnico de Anil K. Jain, Salil Prabhakar, Sharath Pankanti, “On the similarity of identical twin fingerprints,” Pattern Recognition 35: 2653-2663, 2002 , y desde el punto de vista de la teoría de formación de patrones en el desarrollo embrionario Michael Kücken, “Models for fingerprint pattern formation,” Forensic Science International 171: 85-96, 2007 .

¿Cómo se forman las huellas dactilares? Realmente no se sabe. La biología de la formación de las huellas dactilares durante la embriogénesis es extremadamente complicada y es difícil identificar los procesos biológicos más relevantes. Aún así, se han propuesto diferentes mecanismos de formación. El artículo de Kücken nos revisa los modelos más importantes propuestos, aunque el autor “tira para casa” y propone que su propio modelo es el mejor, Michael Kücken, Alan C. Newell, “Fingerprint formation,” Journal of Theoretical Biology, 235: 71-83, 2005 . Es un modelo matemático muy interesante. De hecho, Alan C. Newell, con un índice-h de 46 según el ISI WOS, es uno de los grandes especialistas en teoría de solitones y dinámica no lineal del mundo, y también un reconocido bebedor de cerveza Guinness (como lo demuestra en los congresos internacionales a los que asiste).

Los dedos empiezan a separarse unos de otros en el feto durante la sexta semana generando ciertas asimetrías en la forma geométrica de cada dedo. Las yemas de los dedos empiezan a definirse a partir de las séptima semana. A partir de la décima semana, empiezan a formarse las primeras ondulaciones que formarán la huella, patrones que van creciendo y deformándose hasta “rellenar” el dedo completo. La formación de la huella se da por finalizada alrededor de la semana número 19. A partir de ese momento las huellas dactilares ya dejan de cambiar por el resto de la vida del individuo. La figura de arriba ilustra algunos pasos de este proceso (del artículo de Kücken).

¿Por qué se inicia el proceso de formación de las huellas? El modelo de Kücken-Newell se basa las ecuaciones de la elasticidad de von Karman, dos ecuaciones en derivadas parciales acopladas fuertemente no lineales. Sin entrar en detalles técnicos, es el resultado de una deformación (plegamiento) en una capa de células de la piel, la capa basal entre la epidermis y la dermis, que sufre un crecimiento celular rápido que genera esfuerzos que la contraen como una goma elástica, generando el relieve de la huella. La siguiente ilustración muestra el proceso.




¿Cómo este proceso genera las estructuras de las huellas digitales? Mediante una competición entre diferentes fuerzas, las que forman los plieges de la piel y las que tratan de restringir el crecimiento adaptándose a la forma geométrica de la punta del cada dedo en fase embrionaria. Estos campos de fuerza deforman los patrones que inicialmente emergen logrando que adopten formas diversas. La siguiente figura ejemplifica algunos de estos campos de fuerza y nos presenta un resultado de “huella” generada por simulación numérica de las ecuaciones de Kücken-Newell.



¿Por qué las huellas dactilares son únicas? Porque son el resultado de un proceso de formación de patrones no lineal con fuerte dependencia con las condiciones iniciales. Pequeños cambios en el campo de fuerzas elástico que genera las huellas son amplificados y conducen a grandes cambios en el patrón final. La teoría de Kücken-Newell es matemáticamente bonita y físicamente razonable, pero requiere ser contrastada con resultados experimentales in vivo. No es fácil obtenerlos.

Las huellas dactilares de las yemas de los dedos ayudan a detectar texturas finas y objetos diminutos en las superficies, según un estudio del Laboratorio de Física Estadística de la Escuela Normal Superior de la Universidad de Paris 6 en Francia que se publica en 'Science Express', la edición digital de la revista 'Science'.

Estudios anteriores han mostrado que esta capacidad para sentir características finas, de menos de 200 micrometros, o aproximadamente la anchura de un cabello humano, supone vibraciones en la piel que surgen cuando nuestros dedos pasan por una superficie.

Para investigador cómo estas vibraciones se convierten en una sensación real, los investigadores, dirigidos por Julien Schiebert, desarrollaron un sensor mecánico cubierto con una envoltura elástica que puede oser tan liso o estriado como las yemas de los dedos.

Cuando un sensor con huellas digitales se pasó por una variedad de superficies con patrones, las vibraciones que desarrollaba tenían la frecuencia que ciertas terminaciones nerviosas de la piel llamadas 'corpúsculos de Pacini' pueden detectar.

Los corpúsculos de pacini participan en la detección de texturas finas. Los corpúsculos están conectados a neuronas sensoriales que envían señales al cerebro una vez que son activadas.

La superficie con huellas dactilares, pero no la lisa, parecía amplificar y filtrar ciertas frecuencias de vibración, lo que permite al sistema nervioso detectar estas señales.


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